miércoles, 14 de agosto de 2013

Pimientos rojos rellenos de sardinas.



“Don’t overlook the oily little fishes” Michael Pollan


Para empezar con esto de las recetas y siguiendo las premisas que les conté ayer de cocinar lo que hay, les voy a pasar una cena que hice el otro día, fue fácil, barata y de lo más sana. Y estaba buenísima.
Escogí los pimientos rojos por vanidad y sabor, me parecen de lo más lindos y me gusta su sabor dulce, pero podrían ser sustituidos por cualquier otro tipo, o incluso chiles anchos.
Las sardinas tienen muchas ventajas, la primera es la nutricional, todas las cosas buenas que quieres en la comida las tienen las sardinas; todas las proteínas, todo el omega 3, todas las vitaminas, (sobre todo B y D) y todos esos requisitos postmodernos con los que tenemos que cumplir. Además de ser muy baratas y las de esta receta, por ser enlatadas, están cocinadas, así que más puntos a las sardinas. *

*No soy nutrióloga ni nada similar por eso de ninguna manera me atrevería a dar cantidades o verdades en este tema.

Lo que necesitas:
Porción para dos personas:
·         2 pimientos rojos
·         1 lata de sardinas en jitomate (425g, 300g drenados)
·         1 diente de ajo
·         100 gramos de queso**
·         Aceite de oliva

Lo primero que hay que hacer es lavar los pimientos y ponerlos en el comal, la idea es asarlos por completo, por un lado para que se cocinen y por otro para pelarlos. Esto toma un rato así que hay que hacerlo antes. Pero no hay que descuidarlos del todo porque hay que darles vueltas para que se asen de todos lados. 





Cuanto estén completamente asados los pelamos abajo del chorro de agua fría, debe ser muy sencillo, les quitamos la tapa y los vaciamos.

Para las sardinas; picamos muy bien el diente de ajo, y por el otro lado las sardinas. Como están cocidas no hay que ser muy minuciosos. Echamos  el ajo a un sartén caliente con un poco de aceite de oliva, hay que revolverlo para que no se queme, cuando esté dorado echamos las sardinas picadas y revolvemos bien para sofreírlo. Después ponemos la salsa de tomate que quedó de las sardinas, y por último el queso. (La cantidad de queso depende de cada quien*). Hay que revolverlo bien para que se derrita todo el queso, mientras lo probamos de sal y le echamos un poco de pimienta.

Cuando esta mezcla esté lista simplemente rellenamos los pimientos.


Si tienen la fortuna de tener un pinche de cocina como el mío, también estará muy agradecido con la cena.



L. 

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