Cuando éramos niños leíamos una fábula (leíamos muchas, las
leíamos todas) de una hormiga que guardaba comida para el invierno y la cigarra
no porque se la pasaba cantando y después le daba muchas hambre y no tenía
comida.
La leí muchas veces, y aprendí muy poco, o al menos eso
pensaba hasta el otro día que después de uno de los días más largos en la
fábrica de aviones llegué a mi casa de malas, o de pésimas y muerta de hambre;
como llevaba toda la semana y la anterior con días así, no había ido al súper, entonces
en mi refri quedaba un cebollín viejo, las tapas de un pan de caja y uno de esos tupper con sobras que tienes que
tirar con todo y tupper en un contenedor para residuos radioactivos.
O sea nada.
Hasta que abrí el congelador y me encontré una maravilla que
mi yo pasado y productivo le había dejado a mi yo futuro, hambriento y
malhumorado. Una salsa boloñesa que me había quedado buenísima y para que no se
echara a perder la congelé.
En ese segundo herví una pasta (en mi casa siempre hay
pasta, aun en situaciones previamente descritas) y calenté mi súper salsa y
cené el mejor plato de espagueti boloñesa del mundo, y fui feliz.
Entonces pienso que de vez en cuando deberíamos de
acordarnos de nuestro yo futuro. Si son como yo es posible que su yo futuro
esté de malas, crudo, cambie el dinero del súper por zapatos o cualquier cosa
así de importante. Si no son como yo, es posible que su yo futuro tenga una
visita de emergencia, o una cena
improvisada o cualquier cosa más socialmente aceptada. En cualquier caso
nuestro yo futuro nos va a agradecer que ese lunes aburrido hiciéramos algo de
provecho.
Ese fue mi plan de ayer. Y como había sido tan exitoso
repetí la receta. Pero con bolsas de plástico y un congelador casi cualquier
receta funciona en esta situación.
Hay tantas recetas de boloñesa y marinara como blogs, en
internet, de hecho en cuanto haces tu primera receta de algo así tan italiano
subes tu nivel de blog y te ganas otra estrellita. Ésta es la mía, y es tan
válida o tan mala como ustedes quieran.
Como muchas cosas en la vida, poca ciencia y mucho tiempo.
-Jitomates. Muchos, porque esta receta la queremos para más
de dos porciones.
-Cebolla. Entre una y dos
-Ajo. Como 3 dientes
-Albahaca.
-Aceite de oliva
-Mantequilla
-Sal y pimienta y azúcar
-Champiñones
-Zanahorias 1 o 2
Para la boloñesa medio kilo de carne molida. De lo que
prefieran.
Los jitomates se pelan, siempre. En agua hirviendo, hay que
echarlos unos minutos y después cambiarlos a un bowl con agua helada, con el
choque térmico, es muy fácil.
En la mantequilla y el aceite, hay que sofreír la cebolla y
el ajo, que antes de echar picamos muy finamente. Cuando estén caramelizados echamos los jitomates
pelados, pueden ser enteros si después tienen con qué apachurrarlos o molidos.
Da igual. Si tienen vino tinto pueden echarle un chorrito, si no, no.
Le echamos sal, un poco de pimienta y un poco de azúcar. Al
chocolate sal y al jitomate azúcar. Siempre. Cuando empieza a hervir hay que echar la
zanahoria picada, yo se la eché entera porque al hombre que me renta la mitad
de la cama no le gusta la zanahoria en la boloñesa. Pero siempre hay que
echarla porque absorbe la acidez de los jitomates. Los champiñones van al
final. Tampoco muchos.
Si quieren boloñesa en un sartén aparte hay que freír más
cebolla, y cuando esté caramelizada hay que echar la carne, con una espátula
hay que moverla y picarla mucho para que no se hagan bolas. A mí la boloñesa me
gusta así con la carne molida en la salsa, los italianos hacen albóndigas, pero
yo no soy italiana.
Cuando la carne esté lista hay que echar la salsa. Yo dividí
la mitad en el sartén de la carne y la otra mitad la deje solo marinara.
Si le falta sal, pues le ponemos, y ahora el tema es que
hierva mucho para que se evapore en agua que sobre.
Cuando esté lista hay de dos; o nos olvidamos de nuestro yo
futuro y hervimos dos kilos de pasta e invitamos a todo mundo a cenar y somos
felices y brindamos. O nos volvemos señoras hormigas y lo guardamos en bolsas
de plástico en porciones individuales y un día en un futuro lejano nos sentimos
orgullosas de nosotras mismas.
Adoro to yo futuro y presente. Por que no hay una entrada de la pasta que nos salvó la dignidad el domingo?
ResponderEliminarPorque ya la había publicado aquí. L http://chairasycuchillos.blogspot.mx/2013/08/mi-pasta-favorita.html
Eliminarya me dio hambre, que hace uno con hambre cuando ya entregó su boleto en la cena?
ResponderEliminarSiempre puedes recurrir a las quesadillas, o asaltar el refri, o venir a visitarnos y cenar con nosotros otra vez. L
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